Existe la costumbre de ver el mundo por bloques y englobar muchas culturas dentro de uno mismo, y es que los rituales funerarios alrededor del mundo son muy diversos. Por ejemplo, si uno se fija en África lo ve como un conjunto común cuando en realidad cada país dispone de su religión y cultura. «Desde el mundo árabe o musulmán tendemos a ver a Europa como un todo, pero desde que vivo en España -hace quince años-, entiendo mejor las diferencias culturales de cada país y veo que a vosotros con nuestras tradiciones y diferencias os pasa lo mismo; lo englobáis todo en una y eso no es así», confiesa Abdul Abdul, un arquitecto argelino.

Este tema lo ha querido resaltar cuando le pregunté por los rituales funerarios que se celebran en su tierra, haciendo hincapié en la diferencia entre árabes y musulmanes -población mucho mayor-, y sobre los aspectos que surgían por tradición cultural o por religión. «Yo te cuento lo que se hace en Argelia, desde el lado de la religión porque creo que es lo mismo en todo el mundo musulmán; en el tema cultural cada país es diferente». Abdul comienza a hablar sobre los fundamentos conjuntos que son que cuando alguien muere, los cercanos dan el pésame y luego se entierra en el cementerio, pues los musulmanes tienen prohibido incinerar. El arquitecto aclara que debido a la manera de desarrollarse el planeta, sobre todo tecnológicamente, ellos «son más sociales que el mundo occidental y por eso va mucha más gente el día del pésame».

El día con el difunto en el hogar, tienen por costumbre que los vecinos, y no los propios familiares, hagan la comida típica de allí en estas situaciones: cuscús con cordero. Antes de trasladar el cuerpo al cementerio, se le lava religiosamente con la mano, primero el lado derecho y después el  izquierdo. Entonces, unas veces lo llevan directamente al cementerio, y otras, pasan por la mezquita para rezar al cuerpo. En el cementerio se reza sobre la tierra con el muerto delante e inmediatamente se empieza a orar y ya después lo entierran. «En los rezos leen el Corán, libro de Mohamed, que lo ponen también en las casas del difunto», apunta el musulmán.

Resulta curioso que caven un hueco paralelo que sale del agujero central y en aquel sea donde se meta al cuerpo «para que al echar la tierra no caiga en la cara del muerto», explica Abdul. Añade que culturalmente los cuerpos se entierran en dirección a la Meca, «aunque con el tiempo se ha convertido en algo religioso, igual que ocurre con la cruz en España». Por último, el musulmán deja claro que ellos tienen más creencia en el más allá que la que existe en occidente.

sepultura musulmana

Sepultura musulmana | cosasdelorca.com

Esto no quita que en Europa no se crea en otro mundo después de la muerte y que también existan diversos rituales funerarios, pues si nos trasladamos a Rumanía, allí tiran dinero y hacen comidas para el muerto. «El recorrido se hace en un camión, colocándose coronas de flores alrededor del féretro, junto con los familiares que le van llorando. El resto de la gente anda detrás del camión y va arrojando dinero al suelo en cada esquina para que no le falte al muerto en su vida espiritual», explica Afa Preda, una rumana de la ciudad de Calarasi que lleva ocho años en España. Lo mismo ocurre con la comida, la cual se hace el día del entierro y cada vez que la familia quiera hacerle una misa al muerto. La comida es de trigo y se llama la comida del cuerpo, allí conocida como Kóliva y ha de estar siempre bendecida por el cura «para que no le falte alimentos al muerto en la otra vida», continúa diciendo Afa. En esta comida se hace una cruz y cada persona toma una cucharada. -La Kóliva es grano de trigo cocido que se emplea en la Iglesia Ortodoxa como un alimento ritual y que se ofrece tras la conmemoración de los difuntos durante la Divina Liturgia. La Kóliva también se prepara en la conmemoración de algún santo-.

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Plato de koliva | gorogkonyha.com

A diferencia con los musulmanes, los rituales funerarios en Rumanía el cuerpo se mantiene con el ataúd abierto tres días en casa de sus familiares para que allí se dé el pésame y la primera misa. Pasados esos tres días, el cuerpo, aún en el ataúd destapado, se lleva a la Iglesia para la siguiente misa, donde se le dejan regalos al muerto. En el cementerio se hace la tercera misa y ya después se cierra el ataúd y se entierra, poniendo simplemente una cruz firmada porque no poseen nichos. Al difunto siempre se le pone ropa nueva, pero llama la atención que en Calarasi cuando el que muere son jóvenes no casados por la iglesia, se les viste de novios.

En esta ciudad está prohibido escuchar música, así como ver la tele o tener espejos en la casa durante los días en los que el cuerpo está en el hogar. «Tienes que quitar los espejos o bien taparlos porque dicen que da mala suerte», afirma Afa, quien explica que otra tradición es atarle los pies al muerto porque se piensa que si lo entierras con los pies separados va a arrastrar a otra persona -familiar o amigo- a la muerte. Esta rumana de Calarasi enfatiza que estos son los rituales funerearios tradicionales de su lugar y que cambian entre las ciudades rumanas.

Desde Rumanía me voy a la Isla de Taiwán, donde también creen que los objetos que dejen para el difunto le llegarán en su otra vida: «Hacemos billetes, monedas, muñecas y casas grandes de papel para quemarlo en el funeral y que en el otro mundo el muerto  pueda recibir estas cosas y viva bien en esa vida», explica Yuyu Chen, una taiwanesa que lleva tres años en España. Además, los cercanos que van a dar el pésame entrega a la familia un sobre blanco con dinero como consideración o ayuda para los gastos del funeral.

Yuyu cuenta que dependiendo de los rituales funerarios que elija la familia, éstos puede ser más tristes o no. En el primer caso se contratan bailarinas que bailen al muerto; en el segundo a plañideras -una chica solo para llorar- que recorre algunas calles para que la gente sepa que ha muerto alguien y que los familiares están triste por él. «Hoy en día ya esto está cambiando y es más sencillo, siendo más importante lo que quiere el muerto. Por eso todos contratan un tipo de seguro para su funeral eligiendo lo que quiere que le hagan en él, por ejemplo, si quieren que sea un entierro religiosos o no».

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Plañidera taiwanesa | marcianosmx.com

Si el velatorio es religioso, normalmente vienen monjes a orar y tocan un tipo de instrumento muy ruidoso. «Los vecinos no lo pueden aguantar, pero aún así nadie se queja porque saben que hay un funeral», confiesa la taiwanesa.  Los monjes sirven para ayudar a que el espíritu del muerto se vaya al mundo de la felicidad.

La ropa que se lleva durante el entierro es sencilla, con luto de blanco o amarillo. Una peculiaridad es que los familiares llevan un broche con una tela especial y así la gente sabe que son los allegados.

Esto es solo un pequeño paseo por tres diferentes países que muestran las curiosidades de cada cultura a la hora de celebrar los rituales funerarios, aunque ocurriría lo mismo si eligiéramos cualquier tema que se quiera comparar. Un ejemplo de que todas las culturas son ricas y aportan valores, «no solo la de los países en desarrollo es la correcta y la mejor», ultima Abdul.

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